Según algunos cronistas, Torrequebradilla, al igual que otros pueblos de esta región, es de remoto origen, ocupándose de él Plinio, y después Tolomeo, que lo incluyen en tablas geográficas con el nombre de Oringis-Havia”.
Este nombre dado por los romanos fue confirmado por los godos, según consta en un documento del Obispado de Baeza. Los moros la fortificaron como puesto importante de Jaén. Fue entonces cuan do creció en importancia.
En 1150 cae en poder de Alfonso VII, siendo recuperada a los pocos meses por los sarracenos.
Se cree que en Torrequebradilla pudo estar el famoso Castillo de Esnadar, para cuya conquista partió desde Quesada Fernando III en 1219, donde encontró ruda resistencia, no consiguiendo tomarla hasta 1230, una vez recuperado y rendido Jaén. Fue recuperada por los Caballeros de Calatrava, a cuya orden perteneció largos años.
En 1340 recibió título de leal y varios privilegios concedidos por Alfonso Xl, por haber asistido a la Batalla del Salado.
Permaneció del lado de los Reyes Católicos en la conquista de Baeza, por lo que recibió nuevas mercedes, entre ellas la Carta de Puebla Nueva, por la que dejaba de pertenecer a la Orden de Calatrava, recibiendo el mismo fuero de Jaén.
Don Iñigo Fernández de Córdoba y Mendoza fue Señor de Torrequebradilla por título que se le concedió el 1 de septiembre de 1640 (e,) por Felipe IV.
Por último, en la guerra de Sucesión perteneció y permaneció fiel a Felipe V, como casi toda la región, recibiendo el título de Fiel en 1717, según el Catálogo de Rivarola, publicado en 1720.
El escudo consta de un castillo en jefe, dos lunas en menguante en el centro y la Cruz de Calatrava en punta, todo sobre campo de gules. Es el escudo del Marqués de Valencina.
“De la revista PUEBLO y CULTURA.- Patronato de Cultura”.
Extraído del Libro de Fiestas de San Marcos 1994